MANIFIESTO FEMINISTA 8 DE MARZO 2019 CANTABRIA

El 8 de marzo de 2018 millones de mujeres en todo el mundo hicimos historia en la huelga feminista. En Cantabria paramos en todas las ciudades y pueblos, ocupamos las calles para hacer visibles nuestros trabajos, nuestras demandas y nuestros cuerpos. Demostrando que si nosotras paramos, se para el mundo, que desarrollamos propuestas e ideas para pensar en otras vidas y otro mundo, que somos miles las mujeres dispuestas a conseguirlo, y vamos a por todas.

Con la fuerza colectiva hemos ido abriendo espacios y consiguiendo algunos cambios, pero no todos ni para todas. Nuestras vidas siguen marcadas por las desigualdades, por las violencias machistas, por la precariedad, por procesos de exclusión derivados de nuestros empleos, la expulsión de nuestras viviendas, el racismo, porque no hay corresponsabilidad ni de los hombres, ni del Estado en los trabajos de cuidados.

Por eso este año volvemos a la carga, y convocamos también una huelga feminista 24 horas, sabiendo que esto ni empieza ni acaba el 8 de marzo. Como en años anteriores es un proceso que ha empezado mucho antes, hemos estado construyendo propuestas, tejiendo redes, hasta llegar a esta huelga y movilización en la que visibilizamos nuestras denuncias y exigencias.

Formamos parte de las luchas contra las violencias machistas, por el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, por una educación laica y pública, por la justicia social, el trabajo digno, la vivienda, la salud pública y la soberanía alimentaria. Formamos parte de las luchas que protagonizan mujeres que defienden sus tierras y los recursos de sus pueblos, incluso arriesgando su vida, las empresas multinacionales, y los tratados de libre comercio; contra las viejas y nuevas formas de explotación.

Porque somos antirracistas estamos contra la ley de extranjería y los muros que se levantan en nuestro país; porque somos antimilitaristas estamos contra las guerras, que son una de las causas que obligan a las mujeres a migrar; contra los Estados autoritarios y represores que imponen leyes mordaza y criminalizan la protesta y la resistencia feminista.

Este año nos unimos al grito global frente a los ataques del patriarcado por el avance de las mujeres en el logro de nuestros derechos, y frente a una derecha y extrema derecha que nos ha situado a mujeres y migrantes como objetivo prioritario de su ofensiva ultraliberal, racista y patriarcal.

Son muchos los motivos para apoyar la huelga, entre otros, la hacemos:

Unidas para poder ser libres, para que se consideren las violencias machistas como una cuestión de toda la sociedad. Y se ponga fin a aquellas que sufrimos cotidianamente en todos los ámbitos y espacios vitales (hogar, trabajo, espacios públicos, pareja, familia, entorno laboral, sociedad e instituciones del Estado). Para que haya cambios culturales, en las ideas, actitudes, relaciones y en el imaginario colectivo.

Unidas para que la justicia nos crea y deje de aplicar una lógica patriarcal, para que se apliquen de forma efectiva las leyes contra las violencias machistas y se unifiquen las violencias sexuales como lo que son, violaciones. Para hacer efectiva la verdad, la protección, la reparación y la justicia a quienes somos víctimas de ellas.

Unidas por que la educación afectivo-sexual esté contemplada en el currículo escolar y sea integral, libre de estereotipos sexistas, racistas y LGTBIfóbicos. Unidas para ser dueñas de nuestros cuerpos nuestros deseos y nuestras decisiones, con especial atención a las mujeres trans, para que dejemos de sufrir agresiones y múltiples violencias.

Unidas para conseguir una sociedad que respete y valore la diversidad sexual, de identidad y/o expresión de género. Reivindicamos una ley LGTBI que reconozca todos nuestros derechos, defendiendo a las víctimas de delitos de odio en Cantabria.

Unidas para que el aborto se reconozca como un derecho de las mujeres y personas con capacidad de gestar a decidir sobre su cuerpo y su maternidad. Y para que se garantice su realización en los servicios públicos de salud para todas y se respete la autonomía de las mujeres de 16 y 17 años.

Unidas para romper con las fronteras, el racismo y la xenofobia que nos atraviesa y recorre toda la sociedad. Para que ninguna mujer tenga que migrar forzada por las políticas coloniales, neoliberales y racistas, que producen situaciones económicas, bélicas, sociales y ambientales insostenibles.

Unidas para la protección de las mujeres que sufren múltiples violencias en las rutas migratorias y contra la trata.

Unidas para garantizar los derechos de todas las mujeres, así como un mundo donde nadie muera en el mar, sin muros, alambres, vallas, concertinas ni CIEs. Porque ningún ser humano es ilegal.

Unidas para que se reconozca y se visibilice el valor y dignidad del trabajo doméstico y de cuidados que realizamos las mujeres. Para que se asuma que sin estos cuidados la sociedad y el Estado no se sostienen.

Unidas para que podamos tener vidas dignas, y que las Administraciones Públicas garanticen de forma irrenunciable los servicios públicos, universales y de protección social: sanidad, educación, servicios sociales, ayuda a la dependencia, acceso a la vivienda social y a rentas sociales.

Unidas para que se rompa la división sexual del trabajo que nos condena a la precariedad, la discriminación laboral y los trabajos peor pagados, invisibles e ilegales. Para crear alternativas para las trabajadoras migrantes en situación administrativa irregular.

Unidas para construir una economía sostenible, justa y solidaria que gestione los recursos naturales de forma pública y comunitaria, que ponga por delante a las personas y no al beneficio capitalista.

Unidas contra el capitalismo que nos empobrece y nos oprime, desvinculando la economía de la vida, apostando por un sistema que realmente satisfaga las necesidades de las personas, por una vida que merezca la pena ser vivida.

Unidas para defender lo común a través del apoyo mutuo: las organizaciones comunitarias, las relaciones vecinales, la gestión y el diseño participativo, o el uso compartido de los bienes y del espacio público.
Nuestra propuesta supone otra forma de ver, entender, de relacionarnos y estar en el mundo.

Agradecemos la larga genealogía de feministas que nos preceden: las mujeres sufragistas y sindicalistas, las que combatieron al colonialismo, las que trajeron la Segunda República, las que lucharon en la Guerra Civil, las que se echaron al monte y las que se posicionaron contra la dictadura franquista… A todas las activistas que nos han traído hasta aquí. Por las que fuimos somos, por las que somos, seremos.

Hoy seguimos luchando por asegurar un futuro digno y feminista para todas y todos. Nos queremos libres, nos queremos vivas, feministas, combativas y rebeldes.

VIVA LA LUCHA FEMINISTA

SANTANDER, 8 MARZO 2019